sábado, 13 de octubre de 2007

¡¡¿Y éso por qué...?!!

Por que dichos formatos son privativos y su uso conlleva a sólo poder usar determinados programas para poder leerlos lo que nos hace rehenes de dichos programas.
Esos formatos, a fuerza de costumbre, se han convertido en un estándar de facto, pero de ninguna manera se los puede considerar un estándar ya que las especificaciones sólo son conocidas por Microsoft, que además no tiene ninguna intención de darlo a conocer ya que ése es su juego, tener una clientela cautiva que no pueda ser libre de elegir que suite ofimática usar. Un estándar debe ser consensuado por todos los actores en escena y no sólo por una corporación con afán de lucro y dominación del mercado.

Pero.. ¿es que acaso existe alguna alternativa?.

Afortunadamente, sí, y muy buena por cierto. Se llama OpenOffice.org (http://es.openoffice.org/) que es una suite ofimática libre, de codigo abierto y además...¡gratis!.
Esta herramienta usa el formato ODF extensiones .odt (para texto) .ods (para planillas de cálculo) y .opp (para presentaciones) que son un estándar internacional ya sancionado (ISO26300)

Pero... si es lo que todo el mundo usa?

Exactamente, ese es el problema... dado que casi todos lo usan, se ha impuesto por fuerza de costumbre y por desconocimiento de las alternativas existentes. Es el circulo vicioso que hay que romper, siendo que el único ganador en ello es Micro$oft.

Pero... yo no tengo mayores quejas y quiero seguir así, cómodo como hasta ahora...
Aquí, el trasfondo, es una cuestión de libertad, libertad de elegir, libertad que Ud. le niega a los demás al enviarle un adjunto en formato .doc, .xls o .ppt.
Si Ud se siente cómodo usando la suite de Micro$oft, es su decisión y es libre de usar lo que le plazca, pero no obligue a los demás a no poder elegir y sin proponérselo, a forzarles el uso de MS Office.
De esa manera el circulo se completa y... el único ganador en ello es Micro$oft.

Perdon... soy duro de entendedera... y no alcanzo a ver con claridad cual es el problema, Me lo ejemplificaria?
Ok... hagamos una analogía con situaciones de la practica diaria. Ud se maneja a diario con pesas y medidas, el kilogramo y el metro, para ser mas preciso, Ud también sabe que nadie puede ostentar ser el dueño de kilogramo o el metro, sino que son estándares claramente definidos por un organismo internacional con sede en París.
Ahora bien, supongamos por un instante que una empresa muy poderosa (adepta a practicas non sanctas) que fabrica balanzas e instrumentos de medición, fuera dueña del kilogramo patrón y del metro patrón, y supongamos también, que dicha empresa cada dos años cambia las especificaciones del kilogramo y del metro con el argumento de que esos cambios implican una gran mejora para el publico. Con cada cambio en las especificaciones, se hace necesario un recambio (o al menos un recalibrado) de todas las balanzas y reglas en uso, pero dicha empresa, no hace publico con claridad en cuanto se han modificado el kilo y el metro, con lo que se asegura que las únicas balanzas y reglas que pesan y miden bien, son las suyas, las de la competencia, simplemente, no son fiables. ¿A quien le comprará Ud su próxima balanza o regla?
Bastante descabellado, verdad?... Algo así no es muy probable que ocurra.
Sin embargo, en materia de documentos ofimáticos, es lo que puede llegar a ocurrir si Micro$oft logra imponer su estándar, sólo ellos conocen los vericuetos del estándar y sólo los productos de Micro$oft serían confiables para guardar fielmente el contenido de sus documentos.
Además de que periodicamente hay que actualizar el software (y posiblemente el hardware también) con las incompatibilidades que ocasiona y que seguramente ha Ud. a sufrido.